ENTRE EL DIVINO EVANGELIO DEL PADRE JEHOVA Y EL EXTRAÑO SISTEMA DE VIDA BASADO EN EL ORO, EXSISTE UN ABISMO DE DIFERENCIA; MÁS CERCA DEL EVANGELIO ESTÁ EL COMUNISMO TERRENAL; PORQUE TAL FILOSOFÍA DECIDIÓ TOMAR UNA INICIATIVA DENTRO DE LA EXPLOTACIÓN MISMA; LOS SEGUIDORES DEL ORO, NINGUNA INICIATIVA TOMARON; PORQUE ELLOS MISMOS SE CONVIRTIERON EN DEMONIOS PARA EL MUNDO; POR CAUSA DE ELLOS, ESTE MUNDO A VIVIDO POR SIGLOS EN LA DESIGUALDAD; ELLOS CON SU AMBICIÓN DE POSEER MÁS QUE OTROS, PERPETUARON LA LUCHA CONTRA LA IGUALDAD ENSEÑADA POR EL PADRE; EL LLAMADO CAPITALISMO, CAE CON LA DIVINA REVELACIÓN DEL CORDERO DE DIOS; LO DEL PADRE SIEMPRE TRIUNFA EN TODOS LOS MUNDOS DEL UNIVERSO.- 

Sí hijito; al Padre Jehova le compete decidir quien tuvo la razón en la prueba de la vida; todos creen en sus libres albedríos, que obraron con justicia; más, no puede hablarse de justicia, cuando la criatura se acostumbró a vivir en un sistema de vida injusto; de tal sistema surge una extraña justicia; desconocida en el Reino de los Cielos; he aquí la causa mayor por el cual todos son juzjados; exsiste una relación íntima entre la influencia que el mundo del oro, dió a cada uno, y los pensamientos que cada uno generó; porque la influencia es viviente delante del Padre; toda idea humana que toda mente generó, no pueden entrar al Reino de los Cielos; por causa de la extraña influencia salida del oro; no hay quién no tenga una dosis de extraño interés; y basta un microscópico interés, y no se entra al Reino de los Cielos; he aquí que la tragedia para este mundo, comenzó el mismo instante en que el mundo conoció la posesión; el poseer en sí mismo, no tendría mayor importancia, si por poseer, los hombres se olvidaron de la igualdad enseñada por el Padre; más les valdría, no haber pedido la prueba de la vida; porque nada en contra tendrían; de verdad os digo, que ningún espíritu humano, a vuelto a entrar al Reino de los Cielos; el último instante en que estuvieron en el Reino, fué cuando pidieron vida para nacer de nuevo en la desconocida y lejana Tierra; la prueba de la vida consistía, en no conocer el mal en ninguna forma imaginable; para que ello ocurriera, nó debieron los hombres, haber escogido el extraño sistema de vida capitalista; este sistema dió más importancia al oro, que al Creador mismo; todo espíritu humano prometió al Padre por sobre todas las cosas, nó olvidarlo ni un instante en la prueba de la vida; ciertamente que pedísteis al Padre, algo que era superior a vuestras capacidades; no tuvísteis la suficiente fuerza de voluntad, para vencer la ilusión mundana; la ilusión mundana, es la extraña influencia que ejerce el oro en los apetitos de la posesión; el oro hizo la guerra al mérito espíritual, enseñado por el Padre; porque mientras más oro se tuvo en la vida, menos se trabajó; menos sudor de frente hubo; menor fué el puntaje celestial; y más infinitamente lejos del Reino de los Cielos, se situó la criatura; mientras más disfrutó de las comodidades que ofreció el ilegal sistema de vida basado en el oro, más se alejó la criatura del Reino del Padre; porque mayor fué el disfrute de lo ilegal y de lo inmoral; hasta la trillonésima del segundo de tiempo de violación a la ley del Padre, se paga; el divino pedido de vosotros, que fué sellado con el término: Por sobre todas las cosas, lo hace así; os sobrepusísteis a todo un todo que no conocíais; promesas hechas antes de vivir una vida; así lo quiso vuestro libre albedrío; de verdad os digo, que todo deseo pedido por todo espíritu, se hace realidad; la cualidad y calidad de cada vida humana, la pidió el espíritu interesado; con conocimiento de causa, se viene a la vida; todos los conocimientos de causa de todas las individualidades humanas, pidieron al Padre tomar la iniciativa en la vida, si sus divinas leyes, nó eran cumplidas por sobre todas las cosas; ciertamente que fuísteis ciegos, para defender lo del Padre; porque nadie le defendió; ¿No vísteis por vuestros propios ojos, como millones de mis hijos, se morían de hambre? ¿no vísteis ciegos de la justicia, que muchos tuvieron demasiado, y muchos más tuvieron poco? ¿no vísteis que el pueblo era engañado por la influencia del oro? ¿no vísteis que érais gobernados, por los más hipócritas? Todo lo vísteis y nada hicísteis; de verdad os digo, que siendo el inmoral sistema de vida capitalista, ilegal ante el Padre, todo el que se alzó contra lo que no era del Padre, bienaventurado es en el Reino de los Cielos; porque luchó por lo que le prometió al Padre; de verdad os digo, que todo revolucionario entra al Reino de los Cielos; todo revolucionario es llamado profeta; porque anuncia justicia salida de su individualidad; tal como lo hicieron los profetas de las Escrituras del Padre; de verdad os digo, que todos sin excepción, tuvieron la oportunidad en la vida de ser profetas; siendo revolucionarios en un extraño sistema de vida, que nunca agradó al Padre Jehova; si no lo fuísteis, es porque fuísteis indiferentes al dolor humano; en el dolor de los otros, estaba la violación de los derechos igualitarios, enseñado por el Padre Jehova; ¿No se os enseñó que vuestro Dios está en todas partes? Estoy en todos los que son atropellados, en todos los sufridos; he aquí que toda ley de arriba, se vuelve realidad abajo; nada es imposible para el Creador de lo mismo imposible; de verdad os digo, que quién no tomó la iniciativa de defender lo del Padre, a los tales nadie los defenderá fuera de la Tierra; todo lo que sucede en los mundos del universo, se sabe en forma instantánea fuera de ellos; en todas partes del infinito y en forma invisible, está el infinito ejército del Padre Jehova; el único ejército del universo que no tiene fín; y jamás lo a tenido ni jamás lo tendrá; su divino poder es el poder creador; transforma y quema; y no exsiste criatura viviente que pueda sobrevivir al divino poder del fuego del Padre; de su mismo divino fuego, fué creado todo cuanto exsiste; un fuego que estremecerá a este mundo; un fuego que todos verán en un Rostro; un Rostro brillante de sabiduría; un Rostro de un sol primogénito; un Rostro que brilló igual en el mundo antiguo; un Rostro que por sus poros se verá fuego solar; un Rostro que no olvidará el mundo; porque cada uno sera juzjado por ese Rostro; si el divino Padre Jehova es fuego, sus hijos primogénitos, también se expresan por fuego; la divina herencia del Padre, está en todas las jerarquías vivientes; que son microscópicas ondas magnéticas, comúnmente llamadas soles.-

Alfa y Omega. El Cordero de Dios

Sí hijito; la diferencia entre el mandato divino del Padre Jehova y lo que hicieron los hombres, a ido en aumento a medida que transcurre el tiempo; el instante mismo en que comenzó esta diferencia, fué cuando el hombre pensó en el oro; el tener objetos ú arte de oro, nada tiene de malo; lo malo comienza cuando se toma al oro como la suprema meta de la vida; cuando se le considera la base del sistema de vida; porque nada justo contiene este extraño sistema de vida; si este sistema extraño de vida fuese justo, no se conocerían los ladrones; no tendrían la razón de serlo; ni habrían ricos ni pobres; entre estos tres, el culpable es el rico; porque pecó primero; lanzó la primera piedra, de egoísmo de poseer más que otros; fué el primero en violar la ley del Padre; y detrás de esta primera violación, está el drama viviente de la humanidad; porque todo sufrimiento material, tiene que ver con los acaparadores de la posesión; este drama de la humanidad, tiene muchos siglos; y llegó su fín; todo cuanto se tuvo, más de lo que se debió haber tenido, se devuelve; porque mientras se siga poseyendo lo que nunca debió poseerse, el espíritu humano se sigue alejando más y más, del Reino de los Cielos; segundo tras segundo; hasta que todo lo que irremediablemente se tuvo, se vuelva polvo; esto último es para aquéllos endurecidos que les sorprende la muerte que pidieron; ellos al partir de este mundo, siguen cumpliendo la ley fuera de él; porque lo de arriba es igual a lo de abajo; hasta que la última molécula de lo que indebidamente se tuvo, se vuelva polvo; esta ley de justicia se corta justo en el instante del arrepentimiento del espíritu; ya sea en la misma Tierra ó fuera de ella; el valor de la justicia divina es igual arriba y abajo; en cualquier punto del infinito en que se encuentre el espíritu, recibe lo que debe recibir; la vida que conoció en un lejano planeta, la recuerda como una efímera experiencia, en su eternidad; muchas veces el espíritu, se a detenido momentáneamente en muchas moradas planetarias; porque le fué dado por divina herencia, nacer de nuevo por toda la eternidad; toda vida es un divino mandato; y todo divino mandato es una reencarnación; quien no reencarnare de nuevo, no conoce nuevas formas de carne; ni conoce nuevas ciencias y filosofías; porque para conocer tan sólo una microscópica molécula, el espíritu debe nacer de nuevo; eternamente se está conociendo algo nuevo; porque lo del Padre no tiene fín en nada imaginable; si los espíritus tuvieran un límite, llegarían al grado de igualarse al Padre; más, nadie en el universo a logrado igualarse; ni nadie lo logrará; y no obstante, todos eternamente se perfeccionan; el perfeccionamiento humano, pidió conocer el olvido del pasado; porque los espíritus humanos no lo conocían; todos pidieron conocer su sensación; vivirla; en muchas exsistencias ya pasadas, no hubo olvido del pasado; los espíritus en virtud de sus libres albedríos, no se interesaron por él; porque todo se pide en el Reino de los Cielos; hasta lo desconocido viviente se pide; la sensación de sentir lo desconocido; lo extraño también se pide; menos lo extraño que viole las leyes del Padre; de verdad os digo, que la caída humana, tuvo una influencia extraña y desconocida en las leyes de la luz; porque el mal debió ser vencido, por quienes pidieron la prueba de la vida; en ello consistía la prueba misma; el mal nació en este mundo, como consecuencia del libre albedrío, salido de espíritus-demonios, que pidieron al Padre Jehova, conocer una forma de vida en las galáxias de la luz; porque todo es posible delante del Padre; de infinitos puntos del universo, convergen eternamente, espíritus de todas las evoluciones imaginables.- 

ALFA Y OMEGA.-