EN LA PRUEBA DE LA VIDA, SURGIÓ LA INFLUENCIA DEL PROPIO SISTEMA DE VIDA, SOBRE EL ESPÍRITU; EN EL DIVINO JUICIO DE DIOS, EL HIJO PRIMOGÉNITO CALCULARÁ EN CADA UNO, EL GRADO DE INFLUENCIA QUE LA POSESIÓN DE LAS COSAS, EJERCIÓ EN CADA UNO; ES UN DESCUENTO EN EXSISTENCIAS DE LUZ; Y PORQUE EL EXTRAÑO Y DESCONOCIDO SISTEMA DE VIDA LLAMADO CAPITALISMO, NADIE LO HABÍA PEDIDO A DIOS; PORQUE NADIE PIDE COSAS INJUSTAS A DIOS; ES MÁS FÁCIL QUE ENTRE AL REINO DE LOS CIELOS, UNO QUE EN SUS IDEALES, JAMÁS APROBÓ UN SISTEMA DE VIDA INJUSTO; A QUE PUEDA ENTRAR UNO QUE LO APROBÓ.-
Así es hijito; tal como lo pensabas desde niño; el sistema de vida al que llamaron capitalismo, nadie lo había pedido al Creador; porque cuando los espíritus le hacen sus pedidos, tales pedidos son desinteresados; es decir que los pedidos humanos tenían la influencia del Reino de los Cielos; porque nada interesado existe en el Reino de donde se salió; es igual al medio ambiente en que se vive; la influencia del lugar influye en las ideas y en las determinaciones; el sistema de vida con posesión de cosas, no es de Dios; y mucho menos en mundos de pruebas en donde todos están de paso; porque es un mundo que perpetúa por siglos y por generaciones, un extraño complejo que no conduce a nada; las criaturas son prisioneras de algo en que al morir, no se llevan ni una molécula; es una de las más extrañas sensaciones; la posesión material de las cosas, atrasa al espíritu con respecto a la ilustración; su avance hacia los planetas de ilustración, se hace lento; porque el interés mental se divide entre el poseer y el aprender; la entrega hacia el conocimiento no es completa; y sólo por el conocimiento se llega a Dios; la humanidad escogió un sistema de vida, en que descuidó la perfección de sus propias sensaciones y virtudes; lo íntimo fué dejado de lado para dar lugar a una extraña psicología fría y calculadora; esta psicología la madre de los egoísmos, es la gran bestia que se introdujo en los espíritus humanos; esta bestia a la cual había que oponer resistencia mental, se mide en unidad de influencia; esta medida la dará el Hijo de Dios; es una medida que toma en cuenta todas las circunstancias del ser durante la prueba de la vida; porque cada uno es juzjado según sus obras; y los primeros que serán llamados a juicio, serán las llamadas autoridades, las que estaban a cargo de otros; a todos los individuos que fueron autoridades, más les valdría haber exigido leyes a los ciudadanos, en que se tomara en cuenta lo de Dios; porque el que no lo hizo, sencillamente será considerado un traidor, de lo que él mismo prometió en el Reino de los Cielos; esto significa que todo lo que se pidió y se prometió a Dios, antes de venir a la vida humana, se exige el haberlo cumplido en el divino Juicio de Dios; esto es lo que significaba la divina ley-mandato que decía: Adorarás a tu Dios y Señor, por sobre todas las cosas; por sobre todos los puestos de autoridad que se tuvo en la prueba de la vida; este divino mandato incluye el todo sobre el todo de sí mismo; porque todo lo dió el Creador; y a todo le exige divina justicia; porque a todo lo transforma dándole destino; la humanidad al pedirle a Dios la prueba de la vida, no le pidió influencias dañinas que con el correr del tiempo, los desvirtuarían a sus divinos ojos; nadie pide la perdición de sí mismo a Dios; porque siendo Él infinitamente amoroso, tal pedido no tiene sentido; la perdición de tantos seres del extraño sistema de vida llamado capitalismo, salió de hombres; no salió de Dios; por lo tanto los creadores del capitalismo pagan su obra de corrupción; ellos debieron de haber sabido escoger el sistema de vida; la prueba de la vida consistía en no equivocarse; el término Prueba significaba una oportunidad con divino juicio; las oportunidades se piden a Dios, tal como se le piden las formas de vida; y es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que consideraron que la vida humana era una prueba; a que puedan entrar, los que no lo consideraron así; porque escrito fué de que todo espíritu es probado en la vida; los creadores del extraño y desconocido capitalismo, no le dieron la debida importancia a la prueba de la vida; el extraño complejo al oro, los puso ciegos; y se entusiasmaron por un extraño y efímero imperio; producto del extraño complejo al oro; un complejo en sus individualidades, que ni ellos pudieron definir; era la bestia que se encarnó en ellos; era la extraña influencia que en el divino juicio de Dios, se transformará en bestia; porque todas las sensaciones del espíritu, se materializarán en las leyes vivientes de Dios; hasta las ideas generadas en la prueba de la vida se materializarán; lo injusto cuando se materializa, se vuelve una monstruosidad; lo justo se vuelve paraíso; la bestia es originaria de las galaxias de tinieblas; en cuyos mundos sus criaturas no han logrado aún superar la etapa del complejo de la posesión; para lograr tal desprendimiento, es que los espíritus que desean avanzar, piden a Dios una oportunidad; piden una prueba de vida; porque para aspirar a los divinos premios de Dios, hay que planear perfección en sí mismo; y hacerse cargo de tal perfección; lo salido de sí mismo es el más grande mérito delante de Dios; el que en nada se esfuerza, nada gana; es más fácil que entre al Reino de los Cielos, uno que conoció el esfuerzo en la prueba de la vida; a que pueda entrar uno que no lo conoció; todo el esfuerzo del llamado capitalismo, es esfuerzo dividido; porque sus creadores no concibieron la unificación del planeta; la prueba de la vida consistía en unificarlo; el extraño complejo traído de lejanas galaxias, se los impidió; volvieron a caer en división de sus semejantes; el hecho de que el mundo se haya dividido en naciones, creencias, y el sometimiento a leyes desiguales; muchos dijeron durante la prueba de la vida, que era imposible unificar a la humanidad; los que así dijeron, ellos mismos hicieron lo imposible, por no entrar al Reino de los Cielos; ellos no representaban lo más evolucionado del género humano; y debieron darse cuenta de ello, antes de lanzar la primera piedra de pesimismo; porque estos seres maldecirán el haber tenido boca; ellos habían pedido boca, para unificar planetas y ganárselos para la luz; porque ellos ya sabían de la división de satanás en el Reino de los Cielos; la prueba de la vida consistía en no caer en pesimismo; porque se había venido a la vida, a medir las propias capacidades; se había venido a expandirlas; nadie vino a detenerse ni nadie vino a hacer, el papel de retrógrado; la extraña división salida de la bestia, desvirtuó el carácter humano; lo hizo mundano por comodidad; las ideas humanas generadas segundo por segundo, no ganaban cielos; ni ganaban existencias de luz; lo único que ganaban era división; segundo por segundo, la humanidad de la bestia, ganó lo que no era del Reino de los Cielos; ganó tinieblas que alejan a la criatura del Reino de Dios; la caída ó alejamiento del Reino de Dios, ocurría segundo por segundo; y por cada segundo se perdía una existencia de luz; porque lo de Dios no tiene límites; la extraña influencia que el oro ejerció en los seres humanos, fué un extraño magnetismo que quedó escrito en el áurea humana; el descuento que los influenciados tendrán, será por segundos; en que por cada segundo de extraña influencia del oro vivido, equivale a perder una existencia de luz; esto significa que la humanidad, no debió de aceptar jamás, el extraño sistema de vida, llamado capitalismo; no debió de aceptar jamás, un sistema de vida basado en leyes desiguales; no debió de aceptar una forma de injusticia perpetua; porque ni una molécula de las injusticias que produjo lo desigual, queda sin su justicia; el mundo se durmió en lo injusto y no luchó contra el; la prueba de la vida consistía en luchar contra lo injusto en cualquiera de sus manifestaciones; incluyendo al propio sistema de vida; el Hijo de Dios dió el primer ejemplo en el mundo; Él fué el primero que les dijo a los ricos romanos y a los ricos judíos, de que ninguno de ellos, ninguno entraría al Reino de los Cielos; y tal divina advertencia no les gustó; y es por esto que intrigaron y le mataron; lo que hicieron los ricos y emperadores romanos, lo continuaron haciendo los ricos de todas las épocas, durante el reinado de la bestia; esto dió lugar a una muchedumbre de mártires; ellos serán los primeros en ser resucitados en el divino juicio de Dios; y sus asesinos también; porque el divino juicio es individual, estando presente todas las partes; los mismos ricos de la era romana, eran los mismos ricos de todas las épocas; porque los espíritus vuelven a nacer de nuevo, para conocer vida nueva; el pedir nuevas existencias a Dios, constituye la oportunidad de enmendar lo que se hizo mal en otras existencias; los culpables del presente, fueron los culpables del pasado; todos los ricos de la bestia, verán sus pasados en la television solar del Hijo de Dios; es por esto es que fué escrito: Todo ojo verá; verán sus pasadas existencias y verán la Gloria y Majestad del Hijo de Dios; verán como manda a los elementos del planeta y los que son fuera del planeta; la prueba de la vida consistía en crear un sistema de vida justo, y en no hacer sufrir a nadie; pero para tragedia de los seres humanos, los que se abocaron en crear el sistema de vida por todos conocidos, no principiaron por estudiarse ellos mismos; no se conocieron así mismo; proyectaron un sistema de vida, en el preciso instante en que la mayoría de sus virtudes dormían; fueron los iniciadores de un extraño sistema de vida desequilibrado; he aquí la tragedia inicial que se fué transmitiendo de padre a hijo y de generación en generación; lo desequilibrado se recibió como herencia y se le legalizó; y casi todos prometieron defenderlo con su propia vida; y para asegurarse, los llamados ricos crearon a las llamadas fuerzas armadas; el sentido del amor que ellos poseían, estaba basado en lo posesivo; y no pudieron vencer este extraño complejo, porque jamás nunca se estudiaron así mismos; no se interesaron jamás, por lo interior de ellos; no se conocieron así mismos; olvidaron el consejo del divino Padre Jehova; este divino consejo era la que ningún rico entraría al Reino de los Cielos; porque las divinas advertencias de Dios, son también divinos consejos; lo de Dios no es como lo humano y a la vez lo es; en la prueba de la vida, casi todos se desvirtuaron por culpa de la bestia; casi todos se durmieron en sus propios bienestares; nadie rechazó la extraña influencia del oro sobre los sentimientos; nadie vinculó el oro con las divinas advertencias de Dios; esto fué el extraño dormir en la ciencia del bién; la ciencia que dejaba a todos satisfechos con un poco dinero; más, no los enriquecía en espíritualidad, para poder unificar el planeta; esta extraña ilusión de sentirse seguro con un poco de dinero, jamás fué entendida ni comprendida por la bestia; porque los individuos de la bestia, nunca se comprendieron ellos mismos; y todo complejo que ellos no comprendieron, lo arreglaban con el suicidio; la solución de los espíritus cobardes; ciertamente que los pueblos de la prueba de la vida, se dejaron mandar por seres que valían infinitamente menos que ellos; lo prueba el hecho de que jamás lograron unificar a la humanidad, disponiendo para tal logro, de miles de años; si hubiesen sido de mayor valía que los propios pueblos, habrían logrado la unificación del planeta Tierra; los pueblos no se tomaron el trabajo de estudiar a los que los mandaban; dejaron correr los segundos de los siglos; el desvirtuamiento de sus individualidades se constituyó en la ley normal; y trataron de perfeccionar una causa desvirtuada; este extraño perfeccionamiento salido de los hombres, jamás pudo vencer el desequilibrio emocional de sus individualidades; jamás lograron la unificación filosófica; tal fué la tragedia humana en la prueba de la vida; extraña tragedia que en el divino Evangelio de Dios, se escribió como el llorar y crujír de dientes; el dormir de la humanidad en prueba de vida, fué la de no darse cuenta, de que el propio sistema de vida, segundo por segundo, constituía la tragedia de no volver a entrar al Reino de los Cielos; porque cada segundo transcurrido, tenía la equivalencia de una existencia de luz; y constituía la unidad para poder volver a entrar al Reino; el mundo de la prueba desde el primer instante ó primer segundo, en que aceptó al llamado capitalismo, dió principio a su propia caída en los destinos de la luz; porque segundo por segundo, se fué alejando del lugar de su orígen; la humanidad al aceptar al llamado capitalismo, lo hizo en comodidad y no en perfección; principió con desequilibrio; los primeros creadores del llamado capitalismo, no se impacientaron ni relacionaron al naciente capitalismo, con el contenido del divino Evangelio de Dios; nadie se interesó por lo de Dios; las extrañas leyes capitalistas no fueron comparadas con las divinas parábolas de Dios; esto constituye la más extraña y la más demoníaca comodidad, en toda la historia de la Tierra; porque por culpa de esta extraña comodidad, la humanidad no entrará al Reino de los Cielos; esta extraña comodidad, los volvió a dejar sin la herencia del cielo; porque ya había ocurrido en otras existencias, en otros mundos; porque habiendo principiado como microbio, el ser humano vivió otras muchas existencias; y lenta y progresivamente, lo que fué microbio, se fué levantando del suelo; fué adquiriendo mayor tamaño; y estando en el tamaño humano, volvió a caer de nuevo; volvió a olvidarse de Dios, al elegir una forma de sistema de vida, en la Tierra; las continuas caídas del espíritu en sus propias experiencias de vidas, hace que perpetúe su geometría microscópica; hace que la deuda por violación a la ley de Dios, se efectúe de nuevo, en geometría microbio; es decir así como era el propio tamaño, cuando violó la ley de Dios, así será también igualmente, el tamaño geométrico que tendrá su cuerpo de carne, al pagar la deuda; esto se llama en el Reino de los Cielos, seguir arrastrándose en los planetas polvos; esta ley se vuelve a cumplir en la criatura humana; porque una vez más, volvió a caer en la prueba de la vida; volvió a demostrar que sigue siendo una roca de dureza mental, en su propia evolución; adelantándose el Hijo de Dios, a esta extraña dureza mental, es que dijo: Sobre esta roca construiré mi Iglesia; quiso decir: Sobre estos duros para entender, los probaré en una forma de fé, que ellos mismos eligirán; porque el Hijo de Dios siempre respetó el libre albedrío de la criatura; es así que su divina Doctrina, en nada perjudicó al libre albedrío humano; al contrario, le indicó lo que más le convenía para acercarse a Dios; lo que sucedió fué toda una tragedia; porque la bestia dió al mundo, un extraño libertinaje en que nunca se pusieron de acuerdo, con respecto al único Dios viviente; este extraño desacuerdo cumplió ley expansiva; es decir que se transmitió de generación en generación, y de padre a hijo; la dispersión mental, se convirtió en lo legal; el desvirtuamiento de cada uno se hizo a través de un extraño dormir; es por esto es que fué escrito: Todo espíritu duerme; la extraña obra de la bestia, dejó sin unidad al mundo de la prueba; la bestia descubrió que manteniendo la división entre las criaturas humanas, lograba inmensas ganancias; con un mundo unificado, no ganaba nada; su extraño lema era: Divide y reinarás; la bestia era el mismo demonio; porque antes que surgiera la bestia, ya se había escrito eternidades de tiempo atrás, de que sólo satanás divide; el mundo de la prueba en su extraño dormir de siglos, no comparó esta divina parábola, con el reinado del llamado capitalismo; los seres humanos no aplicaron el contenido de las divinas Escrituras de Dios, a su propio sistema de vida; si lo hubiesen aplicado, otra sería la historia de la Tierra; porque todos los derechos humanos, están contenidos en las enseñanzas de las divinas parábolas de Dios; por siglos lo han estado; y por ellos, el Hijo de Dios, juzjará los derechos que los hombres se dieron en la prueba de la vida, a través de las leyes humanas; y es más fácil que tenga derechos, en el divino juicio de Dios, uno que defendió sus derechos, en la prueba de la vida; a que los tenga, uno que no los defendió; y los que persiguieron a los derechos, más les valdría no haber pedido la prueba de la vida humana; porque de ellos se hará tal escarmiento, en el llorar y crujír de dientes, que ellos mismos maldecirán la propia vida humana; el castigo de los que persiguieron los derechos pedidos en el Reino de los Cielos, será llamado Juicio a los Jinetes del Apocalipsis; porque tales individuos pertenecían a las llamadas fuerzas armadas, que surgieron durante el extraño reinado de la bestia; se les llamará Jinetes del Apocalipsis, porque ellos mismos se habían creado sus propios Apocalipsis; ellos mismos se apocaron; y no habrá para ellos, ni una molécula de misericordia; porque ellos no la tuvieron; el drama de los Jinetes del Apocalipsis, arrastrará a otros millones de seres, a sus propias condenas; serán aquéllos que aplaudían a los Jinetes del Apocalipsis; serán los que aplaudían a los que se habían tentado en el uso de la fuerza; los dormidos de la vida, no sabían a quienes aplaudían; y cuando lo llegan a saber, es cuando se les dice que no entrarán al Reino de los Cielos; la prueba de la vida, consistía en descubrir el mal; no consistía en aplaudirlo ni en alabarlo; si el planeta Tierra no hubiese conocido a los que se tentaron en el uso de la fuerza, muchas generaciones de seres humanos, habrían logrado entrar de nuevo, al Reino de los Cielos; porque cada segundo ocupado en la extraña práctica, del llamado militarismo, habría sido una existencia de luz, del cual el espíritu sería dueño; los que en la prueba de la vida, aplaudieron a los individuos que pertenecían a las llamadas fuerzas armadas, lo que hacían, era la de aplaudir, a su propia división del propio premio; porque no se podía servir a dos señores; no se podía vivir, aplaudiendo algo que nunca fué escrito, en el divino Evangelio de Dios; porque el llamado militarismo, no es árbol plantado por Dios; los árboles de Dios, son árboles con leyes de amor; no son árboles cargados de violencia ni de atropellos; los que aplaudieron a los individuos de la fuerza, aplaudieron a un extraño sistema de vida injusto; porque a los que aplaudían y proclamaban, pertenecían a un extraño y desconocido sistema de vida, que ninguno de la humanidad había pedido a Dios; a los tales, el Hijo Primogénito les llamará extraños, y no los reconocerá como hijos de la luz; es más fácil que el Hijo de Dios reconoza como a hijos de la luz, a los que defendieron a la luz, durante la prueba de la vida; a los extraños les pesará un infinito el no haberse sacado la extraña indiferencia conque vivieron en la vida; porque tal indiferencia será considerada como un desprecio a Dios; y tal desprecio se paga por segundos; cada segundo de extraña indiferencia equivale a perder una existencia de luz; esto provocará inmenso llorar y crujr de dientes, en millones de indiferentes y de orgullosos; cuando en un planeta de pruebas, como lo es la Tierra, surge un sistema de vida injusto, sus criaturas que lo viven, son saturadas en sus áureas, con un magnetismo de tinieblas; este magnetismo cada uno lo verá en la television solar del Hijo de Dios; es por esto es que fué escrito: Todo ojo verá; todos verán, lo que había dentro de ellos; y para evitarle cosas desagradables a la criatura humana, es que se dijo y se escribió: Conócete a tí mismo; porque fué la propia criatura en prueba de vida, la que se saturó en su propia áurea, al hacer en la vida, tal ó cual cosa; y todo lo que se hizo en el llamado capitalismo, absolutamente todo, estaba desvirtuado; por lo tanto las áureas de los llamados occidentales, son áureas desvirtuadas; la única esperanza que quedaba, era la de abandonar el sistema de vida capitalista; es por esto es que fué escrito: ¿Maestro, qué debo hacer para salvarme? Deja tus cosas y lo que más quieres, y sígueme; esto equivale a decir: Si tu sistema de vida está corrompido, déjalo; el término: Sígueme, quería decir que en donde hubiesen leyes sanas, allí estaba la divina moral de Cristo; cada cual tenía la obligación moral en la prueba de la vida, de buscarse un ambiente sano para no dividir lo bueno; en el llamado mundo occidental, estaba lo peor del género humano; porque tenían la influencia del oro; y en donde hay influencia de ambición, surge en forma instantánea, la pudrición moral; el propio mundo es testigo de la triste caída de la bestia; millones de seres presencian la decadencia de los que se hicieron llamar en forma indebida, los reyes de la creación; la propia experiencia demuestra todo lo contrario; ellos fueron reyes de su propia pudrición moral; y es por esto es que se anunció llorar y crujír de dientes; porque la Moral es la base de toda divina determinación de Dios; la caída de los influenciados por el oro, fué inevitable; porque con siglos de anticipación, fué anunciada tal caída; y aquí estamos frente a lo más extraño; el extraño fenómeno de un olvido, por parte de las generaciones que vinieron a la prueba de la vida; generaciones enteras incluso habiendo leído al divino Evangelio de Dios, aplaudieron al capitalismo, que había sido sentenciado por Dios; este extraño fenómeno no lo pudieron explicar los psicólogos de la Tierra; porque hasta ellos cayeron, en el extraño olvido; y dentro del olvido, había un extraño desvirtuamiento que atrapó a la criatura humana y ésta legalizó al llamado capitalismo, ensalzándolo como libre; esta actitud para con algo, que estaba sentenciado por Dios, hace que los grandes del capitalismo, sean avergonzados y ridiculizados por el Hijo de Dios, y por las masas; el estado emocional de libre, se quejará en contra los creadores de la bestia capitalista; porque el llamado capitalismo no es del Reino de los Cielos; es extraño al Reino; y lo libre es del Reino de Dios; los creadores de la bestia capitalista, nunca fueron libres; porque todos eran presos de sus propias pasiones, por poseer más que otro; el que nada anhela, por no perjudicar a otro, éste sí que es libre; porque no es prisionero de sus complejos; el drama de la bestia capitalista, consistió en que habiendo probado algo ilegal ante Dios, le es quitado lo que probó y se queda con menudo descuento; porque escrito fué, de que Jehova dá y quita; a los llamados ricos, les quita el predominio que ejercían sobre otras criaturas; y los que antes los adulaban, ahora los desprecian; es decir que Jehova pone y quita sensaciones, en sus criaturas, para que se cumplan los pedidos que las propias criaturas le pidieron en el Reino de los Cielos; esta ley fué anunciada en la propia Sagrada Escritura: Y Jehova Dios, puso enojo en faraón; y lo hizo para probarlo y para que se cumpliera la historia, salida del propio libre albedrío humano; la divina intervención de Dios es silenciosa; siempre ha sido así; porque la propia criatura humana lo pidió a Dios; la humanidad desconocía la intervención invisible de Dios, en la Tierra; y lo pidió como una prueba; esta divina Revelación hará llorar a millones de seres, porque en una ú otra forma, renegaron de Dios, porque no lo veían; estos seres son los indiferentes para con ellos mismos; son los vividores de la vida; y hasta se atreven a decir, que creen en Dios sin estudiarlo jamás; ¡Pobre de ellos! Porque no volverán a tener otra oportunidad de burlarse de Dios; porque toda extraña indiferencia y todo vacío mental hacia Dios, se considerará como una burla hacia Dios; pues se había enseñado, de que Él era el divino Creador de todas las cosas; este divino anuncio era más que suficiente para que nadie se olvidara de Dios; porque es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que ningún segundo de sus vidas, olvidaron a Dios; el drama de los que olvidaron a Dios, abarca a muchedumbres de millones de seres; cuyas mentalidades fueron limitadas por seres acomplejados por lo mismo que no entendían; los llamados religiosos eran miedosos de la verdadera espíritualidad; ellos temían a lo que era superior al propio pensar de ellos; ellos temían la ley común, la única ley que unifica desinteresadamente a los planetas; los acomplejados religiosos optaron por el camino fácil, optaron por la bestia y optaron mal; porque con la bestia ellos caen; la extraña alianza entre capitalismo y religión, tiene su trágico fín, en el llorar y crujír de dientes; los llamados religiosos jamás nunca excomulgaron a los fabricantes de armas; ni los tocaron; es por esto que el Hijo de Dios los llamará cómplices de la bestia; ellos engañaron a un mundo que por cómodos se dejaron influenciar por un falso guía; el llamado mundo cristiano fué reacio en buscar la verdad, por su propia cuenta; fué es y será un mundo sin mérito propio; eran simples imitadores de fé intuitiva; no eran de fé ilustrada; si hubiesen sido de fé ilustrada, el mundo cristiano no habría caído en el error de adorar imágenes; este extraño mundo de la fé, jamás nunca se preguntó, si lo que hacían, era ó no agradable a Dios; fueron aventureros de su propia fé; porque la fé sin ilustración, es perder el tiempo; y la divina advertencia de esto, estaba en el contenido de la divina parábola que decía: El que busca encuentra; y toda búsqueda contiene una explicación que ante Dios se vuelve ilustración; más, la búsqueda de los que se ilusionaron por el mundo, fué extraña búsqueda que contenía un extraño límite; límite que nadie había pedido a Dios; y fué el propio dormir de cada uno, que creó su propio límite viviendo en una naturaleza infinita; la propia proyección de las cosas, fué empequeñecida por el excesivo apego a lo del mundo; el extraño concepto de la eternidad quedó reducido dentro de los límites de un planeta polvo; los que hicieron así, no volverán a entrar al Reino de los Cielos, porque ellos mismos no reconocieron a lo que no tenía límites, durante la prueba de la vida; los tales se empequeñecieron según el grado de indiferencia conque miraron al valor de la vida; la mayoría de este mundo, volverán a ser criaturas enanas, microscópicas, polvos en otras existencias, en otros mundos; el tamaño físico a tener en el futuro, depende de la propia obra mental de cada uno; y es más fácil que tenga la oportunidad de llegar a ser un gigante, uno que se agigantó en la interpretación del universo; a que lo llege hacer, uno que empequeñeció tal interpretación; escrito fué de que todo sería juzjado, según la obra; lo que el mundo de la prueba no advirtió en este divino mandato, fué que el divino juicio era molecular; lo molecular correspondía a la palabra humilde del divino Evangelio de Dios; porque ¿Qué más humide por su tamaño, que una molécula? La deducción de esto, estaba también escrita en el divino Evangelio de Dios; lo humilde y lo pequeño, eran por igual, divinos mandatos sobre la materia y el espíritu; porque siendo Dios infinitamente justo, Él y sus divinas leyes, son igualitarios; porque nadie es menos delante de Dios; ni la materia ni el espíritu; el que no lo pensó así en la forma de fé que cultivó en la prueba de la vida, cayó en la prueba; empequeñeció el divino poder de Dios; falseó lo que no debió de ser falseado; el que cayó poniéndole límites a Dios, no entra al Reino de los Cielos; la humanidad no debió de haber mirado en menos, a nadie; ni a la materia; porque nada era imposible para Dios; a la criatura humana se le advirtió, de que Dios todo lo podía; que de la materia sacaba vida y del espíritu, sacaba materia; el drama humano frente al divino poder de Dios, estaba encerrado en esto; la concepción que cada cual tenía de Dios, jamás nunca debió de haber tenido límites; porque tal límite, se viene en contra del que dejó que tan extraño y desconocido límite, lo influenciara; en el divino juicio de Dios, millones de seres llorarán por culpa de este límite; y maldecirán a los llamados religiosos del mundo; porque habían recibido la influencia de ellos; estos extraños guías de la fé, jamás les hablaron del infinito cosmos, que había creado Dios; ellos nunca vincularon lo infinito con la fé; y no lo hicieron, porque intelectualmente no eran capaces; y el que se atrevía hacerlo, ellos lo perseguían, y no lo dejaban a que expusiera sus ideas; si no lo perseguían, lo aislaban; tan extraño abuso en contra del libre albedrío de otros, se paga por segundos, molécula é ideas, en el divino juicio de Dios; todo abuso se paga en presencia del Hijo de Dios; porque es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que jamás abusaron en la prueba de la vida; a que puedan entrar, los que se tomaron el extraño libertinaje de hacerlo; la secta religiosa ó roca religiosa, fué el artífice de la caída de generaciones de millones de seres; estas generaciones pecaron de cómodas; pues se confiaron en otros, lo que debió de haber sido una búsqueda propia salida de sí mismo; el drama humano descansaba en un reducido grupo de ignorantes, que habían interpretado el divino Evangelio de Dios, según sus conveniencias materiales; estos extraños intérpretes de la eternidad, nada especial tenían; ellos eran tan desequilibrados, como lo pudo ser cualquiera criatura mundana; hasta influenciados por el oro, eran; pues lanzaron la primera piedra, comerciando con los divinos Sacramentos; ¡Y por siglos el mundo no despertaba! Sólo despertó con la llegada de la divina Revelación del Padre Jehova; ¡Bienaventurados los que despertaron mucho antes de la llegada del Cordero de Dios! Porque ellos volverán a ver la luz; porque sus esfuerzos por salvar el alma, ocurrió durante el tiempo de la prueba de la vida; ocurrió durante el tiempo de prueba, pedido a Dios; el mayor mérito sucedió durante la vida; los arrepentidos de última hora, tienen menos mérito ante Dios; los que despertaron a última hora, mayor daño causaron al mundo; porque el dormir de ellos duró más; cada criatura humana al recibir la influencia de la bestia, se hizo cómplice de ésta; sólo los revolucionarios que lucharon contra ella, no son cómplices de la bestia; y el Primer Revolucionario que luchó contra la bestia capitalista, fué el propio Hijo de Dios; fueron los burgeses romanos y judíos, los que complotaron para que el Hijo de Dios muriera; el hecho de que ningún rico del naciente capitalismo antiguo, no entraran al Reino de los Cielos, fué el acabose para ellos; no le perdonaron ni al Hijo de Dios; menos perdonan a los simples mortales, que tratan de enseñar al mundo, una justicia mejor y superior a la de la bestia; la causa por la cual matan los individuos pertenecientes a la bestia, es el extraño complejo a la posesión de las cosas; los llamados capitalistas acaparan mucho y no se estudian así mismos, del porqué acaparan; no le dan importancia a la filosofía, para poder entender a la vida; y al carecer de causa filosófica sus extraños acaparamientos, se tientan con facilidad en el uso de la fuerza; porque en el instante de acaparar, no pensaron en las necesidades de las criaturas del planeta; se hicieron individualistas en la lucha colectiva para ganarse el sustento para vivir; el drama de los extraños ricos, consistió en que los que los imitaron, reencarnaron dentro de sus individualidades, las demoníacas psicologías de la rapiña y la explotación; el principio de los extraños ricos, fué un principio totalmente carente de amor; pues ellos le dieron mayor importancia a la ganancia basada en el cálculo y la astucia; y en sus perfeccionamientos hereditarios, no renunciaron jamás a ello; fueron rocas de durezas mentales, hasta el fín; no quisieron poner en práctica, el conocerse así mismos, para rectificar los errores del espíritu; no le dieron importancia al divino consejo de Dios; el divino Padre Jehova, ya lo sabía desde eternidades atrás; es por ello que Él les anunció el drama a los ricos, hace ya muchos siglos; antes que éstos nacieran a la vida; el tremendo dormir de tantas generaciones, con respecto a la bestia, constituye el mayor de los dramas en la historia del planeta Tierra; drama que fué anunciado en el divino Evangelio de Dios, como el llorar y crujír de dientes; este extraño dormir de seguir y de imitar a un violador de la divina ley de Dios, constituirá un misterio hasta para los afectados; un misterio de las tinieblas; porque la causa del dormir es una caída que cuesta explicar la causa; el dormir del que nadie escapó, a excepción de los niños, demuestra que los seres humanos vienen de las galaxias de las tinieblas; sus presencias en el Reino de los Cielos, fué un instante para que los reencarnaran, para poder conocer una forma de vida, que no conocían; fué la gran oportunidad de ser probados por Dios; la prueba de la vida consistía en no caer en un sistema de vida injusto; y mucho menos, en un sistema de vida, que había sido sentenciado por Dios, hace ya muchos siglos atrás; la sentencia divina es expansiva sín límites y alcanza también a los seguidores del capitalismo; alcanza a todas sus generaciones porque los divinos mandatos, consejos y advertencias de Dios, no tienen límites; es una sucesión eterna de mundos, que no tiene ni principio ni fin; la más grande sorpresa dolorosa, la recibe la bestia capitalista; porque tres cuartas partes del divino Juicio de Dios, recae sobre la bestia; recae sobre los más poderosos de un extraño y desconocido sistema de vida; se dice extraño, porque el Hijo de Dios, no reconocerá al llamado capitalismo, surgido durante la prueba de la vida; porque siglos antes, su divino Padre Jehova, lo había sentenciado; los siglos entre Padre e Hijo, representan sólo un instante, en sus respectivas trinidades; Trinidad Padre se comunica por telepatía viviente, con Trinidad Hijo; y en virtud del divino libre albedrío de Trinidad Padre, el divino Padre Jehova no se deja ver; sigue probando al mundo de la prueba; y desde lo invisible, dicta su divina Revelación a su Hijo más antiguo, porque nada es imposible para Dios; la invisibilidad de Dios, hizo caer a los que tenían ojos y no veían; ni remotamente pensaron estos caídos, que el Eterno sin materializarse, deja semillas de Doctrinas, en infinitos planetas de pruebas; no lo pensaron porque estaban influenciados por extrañas creencias que incluían extraños límites al divino poder de Dios; ninguno de los que tenían ojos y no veían, ninguno volverá a entrar al Reino de los Cielos; es más fácil que entre al Reino de Dios, los que fueron ciegos y que no escucharon que la Divina Revelación, ya estaba en el planeta de pruebas Tierra.-
ALFA Y OMEGA.-
Nº 3427.-