LAS EXTRAÑAS MODAS SALIDAS DEL EXTRAÑO Y DESCONOCIDO SISTEMA DE VIDA, SALIDO DE LAS LEYES DEL ORO, DESVIRTUARON LA NATURALIDAD HERMANA DE LA HUMILDAD; LO ARTIFICIAL NO ES DEL REINO DE LOS CIELOS; LO NATURAL LO ES; LO ARTIFICIAL DIVIDE AL PUNTAJE GANADO POR EL ESPÍRITU, EN LO NATURAL; LO NATURAL ES DE JERARQUÍA ETERNA EN EL REINO DE LOS CIELOS; LO ARTIFICIAL ES EFÍMERO Y DESAPARECE CON EL DIVINO JUICIO FINAL; PORQUE DESPUÉS DEL DIVINO JUICIO, NACE NUEVO MUNDO, CON PSICOLOGÍA HUMANA NUEVA; ES MÁS FÁCIL QUE ENTREN AL REINO DE LOS CIELOS, LOS QUE EN LA PRUEBA DE LA VIDA, PREFIRIERON LO NATURAL; PORQUE PREFIRIERON LO SENCILLO Y HUMILDE DEL REINO; A QUE PUEDA ENTRAR, LOS QUE SE DEJARON INFLUENCIAR POR LO ARTIFICIAL, SALIDO DE HOMBRES.- 

Sí hijito; lo extraño salido de un extraño sistema de vida, nada recibe en el Reino de los Cielos; las extrañas modas de los que vivieron en el extraño mundo del oro, jamás volverán a su lugar de orígen; se vuelve al lugar de orígen, cuando la criatura conservó su inocencia, en los lejanos planetas; volver a entrar al Reino de los Cielos, significa volver a su lugar de orígen; los lugares de orígenes, son infinitos en el Padre; y todos los lugares de orígenes, se asimilan a un sólo lugar nomás; el divino poder del Padre Jehova, todo lo transporta en forma instantánea; y todo a la vez, está en su mismo lugar; cuando los espíritus piden al Padre, conocer una forma de vida, los espíritus le prometen al Padre, vivir en las lejanas moradas planetarias, formas de vida, semejante a las que vieron, en el Reino de los Cielos; en esto consistía la prueba de la vida humana; toda prueba tiene un algo que vencer; por algo se llama prueba; por algo se os anunció un divino Juicio Final; de verdad os digo, que en un punto lejano del infinito, os esperan para que déis cuenta de vuestra obra en la prueba de la vida; todos los que viven en algún planeta del cosmos, tienen un punto del espacio común; a esta generación le toca el ser juzjada, en este planeta; porque teniendo todos un lugar de orígen, vuestro libre albedrío pidió al Padre, ser juzjado en el planeta Tierra; de verdad os digo, que todos los que vistieron extrañas modas, tendrán su llorar y crujír de dientes; será llamado extraño en el nuevo mundo; y todo el que sea llamado extraño, nó volverá a entrar al Reino de los Cielos; y desde lejos y con lágrimas en los ojos, verán las escenas del Reino; porque de verdad os digo, que el nuevo Reino se inicia, viendo microscópicas escenas en la atmósfera terrestre; estas divinas escenas se irán agrandando, a medida que avanza sobre la Tierra, la más grande Revolución salida del Juicio Final; la iniciación del nuevo Reino, es la iniciación de los Cielos Abiertos; tal como sucedió al principio de éste mundo; nada es imposible para el Creador de todas las cosas; el principio microscópico del Reino de los Cielos, en este planeta, es un eterno principio salido de la humildad misma; porque escrito fué, que hay que ser chiquitito y humilde, para llegar a ser grande en el Reino de los Cielos; la divina ley del Padre, se cumple en lo conocido y lo desconocido; en lo que se vé y en lo que no se vé; en este extraño mundo salido de unas extrañas leyes del oro, muchos escandalizaron con su propio sexo; la extraña libertad que les inculcaron en la prueba de la vida, los hicieron caer; esta extraña libertad, fué en realidad, un extraño libertinaje; porque este extraño concepto de la libertad, incluía el libertinaje de olvidar, lo prometido al Padre; ó se cumple lo prometido a Dios, ó no se cumple; si se hacen las cosas a medias, no se recibe el premio completo; y no recibiendo el premio completo, los interesados nó vuelven a entrar al Reino de los Cielos; nada incompleto vuelve a entrar al Reino; he aquí lo sucedido al extraño mundo cristiano; extraño porque se dividió así mismo; un extraño mundo los dividió; porque sus miembros sirvieron al oro, y trataron de servir al Dios viviente; no renunciaron al señor del oro, en la prueba de la vida; no fueron auténticos en la fé; no fueron sinceros; en todo instante, segundo por segundo, los llamados cristianos, que sirvieron a dos señores, dividieron su premio; de verdad os digo, hijos del mundo, que debísteis haber luchado contra el extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, en la prueba de la vida; ¿No sabíais acaso, que este extraño sistema de vida, incluía la desigualdad? ¿no sabíais acaso, que los humildes y preferidos del Padre, sufrían toda clase de injusticias y privaciones? ¿y vosotros qué hicísteis, por defender lo del Padre? Ciertamente que el que nada hizo, nada recibe; el que algo hizo, algo recibe; el que dió su vida por mejorar las condiciones de vida de otros, vé la Gloria del Reino; porque los tales entran al Reino de los Cielos; de verdad os digo, que todo llamado revolucionario, se han ganado el premio eterno; toda forma de revolución que combatió al demonio del oro, constituye la más grande forma de caridad; la caridad colectiva; la caridad que a muchos benefició; y el indiferente, ¿A quién benefició? Los que se hicieron llamar imparciales en las luchas que hubieron en la prueba de la vida, a nadie beneficiaron; tales extraños cómodos, nó volverán a entrar al Reino de los Cielos; es más fácil que entre al Reino de los Cielos, un ciego y mudo; a que puedan entrar los que teniendo boca, ojos y oídos, y que se hicieron llamar imparciales, en la prueba de la vida; mientras más indiferente se fué en la prueba de la vida, más alejado del Reino de los Cielos, está el espíritu; cada cual fijó su propia posición galáctica, según la obra realizada en la prueba de la vida, que el mismo espíritu pidió al Padre Jehova.-

Alfa y Omega. El Cordero de Dios

En el espacio exsisten infinitas naves plateadas, que todo lo observan; ellas esperan divinas órdenes del Reino de los Cielos; en el caso de la Tierra, los platillos voladores esperan el instante de iniciación del divino Juicio Final; ellos, los tripulantes solares, están acostumbrados a participar en juicios planetarios; lo vienen haciendo de mundo en mundo; en cada nave celestial, exsiste un libro de la vida; allí está escrita la verdadera historia de la Tierra; porque en el libro de la vida, nada se oculta; como acostumbran hacer los hombres con sus propias historias; el libro de la vida de los platillos voladores, es el mismo libro de la vida, del Reino de los Cielos; porque lo de arriba es igual a lo de abajo; el libro de la vida es una television de colores, en que participan los mismos elementos de las naturalezas de los planetas; los elementos no mienten en sus leyes vivientes de elementos; tal extraño complejo es de la criatura humana; el mundo verá el libro de la vida; la más fascinante y maravillosa obra del Cosmos infinito; la television solar, hace un todo con todo lo que fué creado; y no hay espíritu pensante, que no sea protagonista de sus propias obras en los planetas; cuando el extraño mundo salido de las extrañas leyes del oro, vea el libro de la vida, muchos se suicidarán; es el llorar y crujír de dientes; todo lo oculto sale a la luz; así son los divinos juicios universales; porque los juicios salidos del Padre Jehova, parten de la base, de que nada se ocultó en la prueba de la vida; de que en este mundo, nada oculto se conoció; porque nadie de este mundo, pidió al Padre, el extraño y desconocido complejo de ocultar los hechos realizados; el que la humanidad se suicide por los hechos mismos, es que de ella salió tal caída; porque a lo largo de la historia humana, los hombres crearon extraño sistema de vida; no se basaron en las Escrituras del Padre; de los hombres egoístas y acomplejados al oro, salió un trágico desequilibrio que le conduce a su propio llorar y crujír de dientes; el destino fué violado en sí mismo; individualidad por individualidad; la imitación a través de las costumbres, transmitió el error de generación en generación; lo ilegal fué haciéndose legal; lo que se inició en un instante, abarcó siglos; y todos los instantes de todos los siglos, son juzjados también, instante por instante; el libro de la vida universal ó television solar, mostrará al mundo, instante por instante de todo un desconocido pasado; en que muchos fueron protagonistas, viviendo en otras exsistencias; y no las recordaban en la vida presente, porque habían pedido al Padre, vivir y sentir en sí mismos, el olvido viviente del pasado; muchos se reconocerán en el libro de la vida; muchos llorarán porque en la prueba de la vida humana, habían renegado y hasta ridiculizado, la exsistencia de otras exsistencias; habían olvidado que todo espíritu nace de nuevo; que para comprender el infinito del Padre, había que nacer por toda eternidad; porque lo salido del Padre, no tiene ni principio ni fín; y como el Padre todo lo creó, es que el todo sobre el todo, no tiene ni principio ni fín; el todo sobre el todo, incluye las exsistencias de los espíritus; quien sólo creyó en su sola exsistencia, no conocerá más exsistencias; porque la negación salió de sí mismo; los que negaron el infinito del Padre Jehova, se negaron así mismos; porque los elementos vivientes del Universo, se negarán hacer alianzas de futuras vidas, para con el espíritu que negó el Infinito de Dios; ¡Pobres de los que así pensaron, en la prueba de la vida! Porque en ninguna parte del Cosmos, hallarán consuelo; las extrañas negaciones hechas al Eterno, se transmiten de mundo en mundo; de sol a sol; de cosmos a cosmos; de galáxia en galáxia; he aquí que todo escandaloso del amor, practicó una extraña negación de la divina moral del Padre; cada hecho y cada acto realizado en la prueba de la vida, reclama una forma de moral; y la forma perfecta de moral, no sale precisamente de un extraño y desconocido sistema de vida, desconocido en el Reino de los Cielos; y si el extraño sistema de vida, inspirado en la posesión del oro, no es del Reino, lo es de las tinieblas; porque todo interés, de las tinieblas salió; en el Reino de los Cielos, nada interesado exsiste; porque allí todo es común; la necesidad no exsiste; el extraño mundo capitalista, cuyo dios fué el oro, hizo de la necesidad su propio alimento; sin la necesidad, no puede explotar; ahora les toca a ellos, ser explotados; con la misma vara que midieron, los ambiciosos del mundo, serán medidos en esta exsistencia y en otras exsistencias, en otros mundos; por cada molécula de ambición, les corresponde una exsistencia fuera del Reino de los Cielos.- 

ALFA Y OMEGA.-